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Sánchez baraja crear una vicepresidencia ecológica para reforzar al Ministerio de Teresa Ribera

El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, baraja recuperar una de sus viejas promesas electorales no cumplidas y conceder una vicepresidencia en el nuevo Ejecutivo a la ministra de Transición Energética, Teresa Ribera. Tras recibir el encargo del Rey para la investidura el presidente fijó como «primer eje» de su nuevo Gobierno «la transición ecológica, la mitigación y la adaptación al cambio climático de nuestro país, que es un país que se ve afectado claramente por el fenómeno del calentamiento global del planeta».

Sánchez ya se comprometió con grupos ecologistas en noviembre de 2015 a crear «una vicepresidencia de sostenibilidad» para dar «coherencia ambiental» a toda la acción gubernamental. La decisión, no obstante, si logra la investidura, requeriría ampliar el número actual de vicepresidencias y crear también otra económica además de la tradicional política. José Luis Rodríguez Zapatero tuvo en uno de sus gobiernos tres vicepresidentes: María Teresa Fernández de la Vega, Elena Salgado y Manuel Chaves.

Fuentes socialistas aseguran que Ribera ha promovido desde su época de asesora del partido elevar el rango del Ministerio ante la transversalidad que exige sus decisiones y que así lo ha trasladado al presidente del Gobierno en funciones en repetidas ocasiones. Por su parte, fuentes oficiales del Ministerio de Transición Ecológica señalan a este diario que Ribera sostiene, en efecto, que «la transición ecológica -no sólo la energética- debe ser transversal», pero que no ha dicho «ni en público ni en privado que deba tener rango de vicepresidencia».

Es obvio que sí lo ha sostenido desde, al menos, 2015 en que asesoraba a Sánchez en cambio climático. Una muestra es que ella misma acompañó al entonces líder socialista el 13 de noviembre de 2015 cuando éste se comprometió con los portavoces de los grupos ecologistas a crear la citada vicepresidencia de sostenibilidad en el Gobierno si ganaba las elecciones. «Ribera respaldó claramente la medida en la reunión», aseguran asistentes.

«Somos conscientes de las organizaciones ecologistas desean que haya vicepresidencia», remarcan en el Ministerio, aunque matizan que en la anterior legislatura la ministra pudo sacar adelante el llamado Plan de Energía y Clima sin rango de vicepresidenta y pese a su carácter transversal «con un grupo de trabajo interministerial que ha funcionado».

Ribera está haciendo declaraciones estos días con perspectiva de continuidad y de incluso de poder al alza. Por ejemplo, el pasado día 5, ridiculizó al presidente de Repsol, Antonio Brufau, que ha criticado su plan de clima por «quijotesco» y poner en peligro la industria española con objetivos excesivamente ambiciosos, como si España pudiera hacer algo por sí sola en la lucha mundial contra las emisiones. «Me sorprendieron las palabras de Brufau. Le tenía por un hombre moderno que entendía los tiempos y los desafíos de una empresa energética que tiene por delante unos cuantos interrogantes importantes (…) Negar la realidad no es lo mas inteligente», sentenció Ribera en una entrevista en Radio Nacional.

En Moncloa respaldan a la ministra y se remiten a las palabras de Sánchez en el Círculo de Economía en Sitges, un día después de las declaraciones de Brufau, en el que el presidente del Gobierno se dirigió así a los empresarios catalanes: «La Comisión Europea ha dicho esta semana que el Plan Nacional de Energía y Clima elaborado por España, por el Gobierno de España estos últimos 10 meses, es el más completo de los presentados por los 28 Estados miembros. El más completo. Nosotros no vamos a pedir perdón por ser ambiciosos en esta materia (…) es imprescindible la complicidad de un sector empresarial dinámico como el que ustedes representan. Así que, pido abiertamente su compromiso».

Ribera argumentó que Brufau, presidente de la primera petrolera española desde 2005, debe «cambiar el chip» y reenfocar su empresa hacia otra línea estratégica distinta de liderar los carburantes.

Sánchez inicia esta semana las negociaciones formales para conseguir apoyos para la investidura con estas cuatro prioridades: «transición ecológica, impulso a la digitalización de nuestra economía, desigualdad y Europa». Y las dice por este orden.

Fuente: El Mundo