No va más. La Unión Europa se encuentra en un momento decisivo para decidir las normas sobre los vehículos limpios, y la Comisión Europea propone que a partir de 2035 solo se permita la venta de furgonetas y automóviles nuevos de cero emisiones. Una decisión a la que países como Alemania, Italia y España se muestran favorables que podría tener carácter de ley en los próximos meses.
Esa es alguna de las conclusiones de la Cumbre Climática Europea del Automóvil celebrada en Madrid y organizada por Transport & Environment. Una cumbre que acogió a líderes gubernamentales, industriales y sindicales, así como de defensores del medioambiente y de los consumidores.
«Hace dos años, con la crisis de la Covid, parecía que iban a cambiar las cosas, pero lamento decirles que ya hemos alcanzado las tres cuartas partes de las emisiones pre pandemia, y solo en el sector de la aviación ya es el 100%», ha dicho durante la inauguración del evento, William Todts, director ejecutivo de T&E.
«En el sector del transporte tenemos una oportunidad única de bajar las emisiones. El Parlamento Europeo y los ministros de los países miembros están debatiendo su futuro y el de nuestro planeta. Estamos acelerando el cambio climático y la guerra en Ucrania nos ha hecho darnos cuenta de la dependencia del petróleo», explicó Todts.
Aumentar la generación eléctrica
Pero no todo debe de venir de la mano de la reducción directa de las emisiones. Generar la infraestructura necesaria para favorecer la transición eléctrica también será fundamental. «Si queremos electrificar el transporte, necesitamos aumentar la generación eléctrica, y esta debe ser renovable», explicó por su parte Pascal Canfin, presidente del comité de la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria del Parlamento Europeo.
«En 2030 queremos que el 45% de nuestro consumo energético provenga de fuentes renovables, pero hoy estamos en el 22%. Hemos necesitado siete años para duplicar lo que hemos construido en décadas, tenemos que impulsar aún más la transición verde», detalló.
A nivel europeo, la posición de Alemania será clave al tratarse del primer fabricante de coches del mundo. «Es la primera vez que Alemania apoya un objetivo de bajas emisiones tan ambicioso», resaltó Christiane Rohleder, secretaria de Estado del Ministerio de Medio Ambiente, Conservación de la Naturaleza, Seguridad Nuclear y Protección al Consumidor de Alemania.
En este sentido, la alemana puso en valor el papel que están jugando los actores principales de la industria. «Muchos fabricantes de coches ya han decidido disminuir la fabricación de coches de combustión incluso en esta misma década de los 20». Sin embargo, reconoció que «el objetivo de reducción de emisiones de CO2 no va a ser suficiente como el único medio para alcanzar 15 millones de vehículos eléctricos en 2030».
El papel de los biocombustibles
«Italia está de acuerdo en la propuesta de la Comisión Europea para aumentar la ambición en los objetivos de 2035, especialmente en transporte ligero y furgonetas, y en el caso de los biocombustibles proponemos su uso donde no haya alternativas», añadió, por su parte, Enrico Giovannini, ministro de Transporte Sostenible e Infraestructura de Italia.
Italia prevé un objetivo de 6 millones de vehículos eléctricos para 2030, pero Giovannini ve difícil el proceso de cambio. «Será de todo menos lineal. Necesitamos saber cuál es la reacción del mercado y de las personas, los italianos están ahorrando porque están preocupados por su futuro».
En este sentido, el ministro italiano destacó que «Italia llega tarde respecto al resto de países europeos, con un número bajo de puntos de recarga y de vehículos eléctricos circulando por sus carreteras, pero estamos dispuestos a impulsar la transición».
También admitió este retraso Joan Groizard, director general del Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía. «Vamos rezagados por nuestro poder adquisitivo, y también por un problema de geografía, el 90% de nuestra movilidad es de distancias cortas pero viajar por el país supone hacer viajes muy largos por la dimensión del territorio».
Sin embargo, Groizard concluyó enfatizando en la estrategia marcada: «Queremos cambiar la dependencia actual a una nueva dependencia: a las baterías, los electromotores, las renovables y el almacenamiento. A este objetivo va dirigido nuestro PERTE del Vehículo Eléctrico y Conectado”.
Fuente: El Español
