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El Gobierno presenta el reparto de 7.000 millones de costes de la electricidad

El Gobierno propone reducir la parte fija del recibo de la electricidad de los consumidores en su propuesta para repartir los cerca de 7.000 millones de euros que se abonan a las energías renovables, la devolución de la deuda eléctrica, la generación en las islas y otras partidas. En el caso de un hogar, la parte fija bajará desde el 59% hasta el 51%. Con ello se fomenta el autoconsumo y la penetración del vehículo eléctrico.

El Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco) ha sacado a información pública una propuesta de Real Decreto para repartir los denominados «cargos» del sistema eléctrico, esto es, partidas que responden a medidas de política energética y no a costes directos del servicio -los denominados peajes, que se corresponden a las redes, básicamente-, cuyo estructura de reparto ya ha realizado la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).

El retraso en la publicación de esta propuesta normativa y la crisis sanitaria del Covid-19 obligó a la CNMC a retrasar seis meses la entrada en vigor de los nuevos peajes de la luz y un año entero los del gas; el Miteco también ha sacado hoy a información pública su propuesta de decreto para los peajes de gas.

De acuerdo con la memoria del proyecto normativo, los cargos ascienden a 9.951 millones este 2020, pero parte se cubren con 3.183 millones aportados por los Presupuestos Generales del Estado, tras recaudarlos con impuestos específicos sobre la energía y aportaciones de las subastas de CO2. De este modo, la cantidad que deben abonar los consumidores mediante el recibo mensual se reduce hasta los 6.775 millones este ejercicio.

La propuesta plantea una metodología de reparto de dichos costes, pero no afecta a su composición ni a su importe, que dependen de otras normas y decisiones políticas, como el nivel de apoyo a las renovables o las cantidades destinadas al sistema eléctrico de lo obtenido de las subastas de CO2, por poner un par de ejemplos.

Estos 6.755 millones se reparten entre la parte fija del recibo, correspondiente al término de potencia, y la parte variable, correspondiente al término de energía. En la actualidad, tras dos subidas experimentadas en 2012 y 2015 para incrementar la recaudación y atajar el déficit de tarifa, en el caso doméstico el 40% se carga sobre la parte fija y el 60% sobre la parte variable.

El Miteco ha optado por volver a la situación anterior y plantea un reparto de los cargos en el que para los consumidores con una potencia contratada inferior a 15kW -los domésticos y pequeños comercios- el 25% de los mismos se recupera a través del término de potencia y el 75% se recupera a través del término de energía. Para aquellos consumidores con una potencia contratada superior a 15 kW, el 40% de los cargos se recupera a través del término de potencia y el 60% con el término de energía.

La propuesta incluye una discriminación horaria que procura no desvirtuar las señales horarias de precio del mercado mayorista -hay horas caras y baratas- y fomentar el consumo en las horas más baratas y la eficiencia energética y la recarga inteligente de vehículos elétricos. La cartera dirigida por Teresa Ribera ha optado por un apuntamiento de 1 a 4 entre las bhoras punta (1), las llanas (2) y las valle (3) en el caso de las facturas domésticas, que tendrán tres períodos cuando entre en vigor el sistema aprobado por la CNMC.

Cuando se incluye también el reparto de peajes aprobado por el Regulador, un hogar vería reducido su término fijo desde el 59% hasta el 51%, mientras que las empresas, con otras tarifas, pueden verlo reducido desde el 74% hasta el 52% en el caso de la 3.0, correspondiente a media tensión.

A grandes rasgos, el cambio beneficiaría a los consumidores con menor nivel de consumo, puesto que se incrementaría la proporción de los costes fijos que se abonan en la parte variable del recibo, es decir, cuanto más se ahorre, menos costes fijos se pagan. También fomenta el autoconsumo, puesto que la autogeneración evita el pago de la parte variable del recibo, que es la que se encarece.

Evitar una transformación repentina y «drástica»

De acuerdo con la memoria, el distinto tratamiento de los consumidores con menos de 15 kW de potencia contratada se justifica porque la factura de estos consumidores tiene un mayor peso variable con relación a la de los consumidores con mayor potencia. Así, al limitar al 25% la parte de los cargos que estos consumidores pagan a través del término de potencia se logra una reducción de la parte fija de la factura con respecto a la situación actual, sin que este cambio sea especialmente drástico.

Este último punto es importante porque las simulaciones realizadas muestran que para determinados consumidores, con elevados consumos, el paso a una tarifa con un componente variable mucho mayor podría suponer un incremento muy notable de sus costes eléctricos.

Para los consumidores de más potencia, y cuyos peajes de acceso actuales tienen una parte fija mayor, limitando el término de potencia al 40% ya se puede conseguir esta reducción moderada de la parte fija de su factura que permita fomentar el ahorro energético sin poner en peligro otros elementos de la política energética.

La memoria señala que esta situación se produce a pesar de que la Circular 3/2020 de la CNMC apuesta mayoritariamente por el término fijo para el reparto de los costes de redes, recuperando el 75% de los costes de las redes de alta tensión a través del término de potencia, y el 100% de los costes de la red de baja, aunque posteriormente este cálculo se ajusta para que los consumidores en la franja 2.0 TD no paguen más del 75% de su factura a través del término de potencia.

Fuente: El Economista