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COP20 Lima, conclusiones. Fundación Empresa y Clima Diciembre 2014

La Conferencia de las Partes (COP20) sobre el clima celebrada en Lima este mes de diciembre ha puesto una vez más sobre la mesa los diferentes enfoques que tienen los países ricos y los pobres para frenar el calentamiento global. El objetivo central de la COP20 era sentar las bases de un nuevo acuerdo mundial en reducción de gases de efecto invernadero, que se apruebe el próximo año en París para sustituir en 2020 al Protocolo de Kioto, que tan solo obliga a reducir emisiones a los países desarrollados.

El texto o borrador de acuerdo aprobado por aclamación en Lima, denominado «La llamada a la Acción de Lima», hace una referencia a las «responsabilidades comunes pero diferenciadas» de los países frente al calentamiento global, pero no especifica cómo se va hacer esa diferenciación. La financiación ha sido uno de los principales desencuentros entre los diferentes países participantes en esta conferencia.

 

Este texto, que deberá ser trabajado en los distintos espacios de negociación y firmado en la COP21 de París, tiene algunos logros concretos. En el tema de “Pérdidas y Daños” o “Loss and Damage” -mecanismo creado en Varsovia durante la COP19 para situaciones en las que los impactos del cambio climático son tan grandes que exceden las capacidades de las poblaciones de enfrentarlos-, se ha logrado aprobar aquí en Lima tanto el Plan de Trabajo inicial de dos años, como la composición del Comité Ejecutivo.

 

Con respecto a los temas de Adaptación, se dieron avances para reforzar los Planes Nacionales de Adaptación (NAP), que cada país debe tener para que todas las acciones que se llevan a cabo en sus diferentes sectores, respondan a una planificación de país y así articular su trabajo. Los avances permitirían que los países menos desarrollados y aquellos en vías de desarrollo, puedan acceder a financiamiento para el desarrollo de sus NAP y para la ejecución de las actividades que en ellos se identifiquen.
Otro de los avances resaltados durante la primera semana es el desarrollo del Plan de Trabajo de Lima sobre género. Esta decisión busca promover la efectiva participación de las mujeres en los ámbitos de la CMNUCC y fortalecer el trabajo de empoderar a las mujeres y convertirlas en agentes importantes de cambio en relación a la adaptación y mitigación. Este avance puede ser calificado como histórico, pues es la primera vez que se adoptará, en el marco de una COP, una decisión que insta a las partes a desarrollar e implementar políticas sensibles al género.
Durante la primera semana se lograron avances importantes en REDD+, donde se hizo por primera vez el Multilateral Assesment (Evaluación Multilateral), es decir la información que presentaron 17 países desarrollados (entre los que estuvo la Unión Europea y Estados Unidos), sobre los niveles de avance en la reducción de emisiones, la tendencia de sus emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) desde 1990 hasta el año 2012, proyecciones y metas de las mismas a nivel de toda la economía.
Adicionalmente en REDD+, se ha lanzado el Lima Information Hub, un repositorio de datos que recoge los resultados obtenidos, los Planes o Estrategias Nacionales, los resúmenes sobre los sistemas de información de salvaguardas y los niveles de referencia. Esto permitirá darle mayor transparencia al proceso de pagos por resultados. El tema de adaptación es particularmente importante, teniendo en cuenta que está establecido que el 50% del Fondo Verde del Clima será destinado a acciones de Adaptación.
Con respecto a dicho Fondo Verde que tiene como objetivo asistir sobre todo a los países en vía de desarrollo más pobres y vulnerables para afrontar o ralentizar los efectos del cambio climático, alcanzó y supero en Lima los 10.000 millones de dólares, aunque todavía está lejos de lograr los 100.000 millones de dólares para 2020.
Además, se aprobaron nueve decisiones en materia de institucionalidad para el financiamiento climático y, se logró garantizar el funcionamiento del Fondo de Adaptación y se incorporaron medidas que garanticen el mecanismo de “Pérdidas y Daños”. Hubo muchos otros logros, como la Declaración de Lima-París sobre la Acción Climática.
A pesar de todos estos logros no podemos olvidar que éste año 2014 es el más cálido jamás registrado y las evidencias del cambio climático son visibles. Se necesitaba avanzar en temas de finanzas climáticas, fundamentales para las acciones de mitigación y adaptación a cargo de los países. A su vez, las Contribuciones Nacionales requerían una definición compleja que logre el equilibrio entre mitigación y adaptación. No olvidemos que el proceso de debate climático es un proceso de consenso, un país no impone su posición a los otros 195, se requiere convencer a los otros y darles confianza para llegar al acuerdo global.

 

Los avances logrados en Perú no solo allanan el camino del Acuerdo que se alcanzará en París el 2015, sino que a su vez dan esperanza al mundo sobre la posibilidad de enfrentar hoy, con decisión y voluntad las consecuencias del cambio climático.

Fundación Empresa y Clima