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Cinco actividades críticas acaparan el 80% de las emisiones industriales

Petróleo y gas, cemento, acero, química y carbón son los sectores

Las industriales son el 30% del total de emisiones de origen humano

Además del precio que tiene la transición energética en el conjunto de la economía, aportando un menor crecimiento económico y más presiones inflacionistas, en la industria la factura del esfuerzo por contaminar menos es especialmente difícil de pagar. Según el reciente informe Fomentando la transición energética, elaborado por el Foro Económico Mundial, del total de emisiones de gases de efecto invernadero que tienen origen humano, la actividad manufacturera representa alrededor del 30%, es decir, la mayor partida dentro de la ecuación, seguida de cerca por la generación de la electricidad, que representa el 27%.

Dentro de ese 30% de emisiones industriales, cinco actividades fundamentales para el mundo contemporáneo acumulan la mayor parte de la responsabilidad. Petróleo y gas, cemento, acero, química y carbón copan el 80% del total de emisiones manufactureras. Sin estos sectores, el empleo, la economía y la misma calidad de vida sufrirían un durísimo golpe, y de hecho, se prevé que cada vez sean más necesarios.

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Madrid 24 MAY 2022 – 11:39 CEST

Además del precio que tiene la transición energética en el conjunto de la economía, aportando un menor crecimiento económico y más presiones inflacionistas, en la industria la factura del esfuerzo por contaminar menos es especialmente difícil de pagar. Según el reciente informe Fomentando la transición energética, elaborado por el Foro Económico Mundial, del total de emisiones de gases de efecto invernadero que tienen origen humano, la actividad manufacturera representa alrededor del 30%, es decir, la mayor partida dentro de la ecuación, seguida de cerca por la generación de la electricidad, que representa el 27%.

Dentro de ese 30% de emisiones industriales, cinco actividades fundamentales para el mundo contemporáneo acumulan la mayor parte de la responsabilidad. Petróleo y gas, cemento, acero, química y carbón copan el 80% del total de emisiones manufactureras. Sin estos sectores, el empleo, la economía y la misma calidad de vida sufrirían un durísimo golpe, y de hecho, se prevé que cada vez sean más necesarios.

“El crecimiento demográfico y económico seguirán con alta probabilidad alimentando la demanda de productos industriales más allá de 2050, e incluso, la propia transición energética la espoleará. Por ejemplo, el aluminio, el acero y muchos minerales son elementos clave para los paneles solares, las turbinas de aerogeneradores, baterías y vehículos eléctricos. Se prevé que la demanda de acero aumente un 30%, la de cemento y amoniaco, alrededor de un 40% y la de aluminio, un 80% en las próximas tres décadas. Además, salvo en el escenario de descarbonización más agresiva, el petróleo y el gas seguirán jugando un papel significativo en el mix energético de 2050 y de más allá”, especifica el documento.

Por otro lado, los expertos del Foro Económico exponen que no existen alternativas viables para sustituir a estos sectores. En el caso de nuevas químicas para el cemento menos intensivas en emisiones, solo serían capaces de sustituir una pequeña parte del mercado global debido a la escasez de materiales necesarios para producirlas y las diferentes propiedades del cemento. En el acero, su resistencia, reciclabilidad, durabilidad, la facilidad con la que puede usarse en manufacturas y su relativo bajo coste hace imposible que el fundamental metal sea desbancado.

Con las posibilidades de reducir el uso o buscar sustitutos descartadas, la única vía que queda, según el informe del Foro Económico Mundial, es la de transformar los sectores. Algo complicado por su naturaleza y por el hecho de que los esfuerzos por contaminar menos pueden provocar una pérdida de competitividad en el mercado internacional que podría ser aprovechada por otros fabricantes más contaminantes pero más económicos.

Con todo, estas industrias de gran importancia ya han logrado grandes avances en algunos países desde el punto de vista de la sostenibilidad. Según detalla la Unión de Empresas Siderúrgicas de España, en materia de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, el sector prácticamente ha llegado al límite de lo que es posible con las actuales tecnologías. Desde 1970 el sector siderúrgico español ha reducido las emisiones de CO2 por tonelada de acero producida en más del 75%, y en los últimos 20 años la reducción fue del 50%. Ya en 2017, la Agrupación de Fabricantes de Cemento de España elaboró una hoja de ruta en la que se establecía un objetivo de reducción de gases de efecto invernadero del 80% para 2050. La Federación Empresarial de la Industria Química Española desglosa que, por tonelada producida, sus emisiones de gases de efecto invernadero se redujeron un 40% entre 1999 y 2019.

En claro contraste, China es no solo el pulmón industrial del mundo, sino el país que más emisiones genera en términos absolutos. En 2019, según datos del instituto de investigación Rhodium Group, China emitió el 27% de todos los vertidos de gases de efecto invernadero de ese año, más que todos los países desarrollados juntos.

Los expertos del Foro Económico dejan patente la relación entre un mayor peso de la industria en el PIB y una mayor dificultad en la transición hacia una economía menos contaminante. “Los países del G20, que están detrás del 85% de la producción industrial mundial, son responsables del 75% de las emisiones totales. La contribución del sector industrial varía entre el 19% y el 47% del PIB entre los países que forman parte de este grupo. El estudio de la evolución de la transición energética dentro del G20 demuestra que las economías fuertemente industrializadas van más lentas, lo que sugiere una mayor complejidad a la hora de reducir la contaminación si la industria tiene mayor peso en el PIB”, describe el informe.

Los expertos consideran que la descarbonización de economías fuertemente industrializadas requerirá grandes cantidades de inversión y del acceso a tecnologías bajas en emisiones. Pero sobre todo, necesitaría una acción coordinada, porque, según expresa el documento, de poco serviría que solo los países desarrollados hagan esfuerzos, especialmente teniendo en cuenta que son las economías emergentes las que más aumentarán su demanda de energía para el año 2050.

“Para hacer posible la descarbonización industrial, la cooperación internacional necesita fortalecerse a través de transferencias tecnológicas y soporte financiero a economías en situación de necesidad. Los países del G20 se han centrado en recuperarse juntos del shock pandémico, lo que es un reconocimiento de la importancia de la acción cooperativa entre economías desarrolladas y países que todavía están en desarrollo”, concluye el documento.

Fuente: Cinco Días