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Australia se encamina a cumplir el Acuerdo de París sin créditos de carbono

Australia anunció este jueves que está en camino de cumplir su objetivo de reducir las emisiones entre el 26 y 28 por ciento sus emisiones para 2030 respecto a los niveles de 2005, establecido en el Acuerdo de París, sin valerse de los créditos de carbono que acarrea otros compromisos.

Según la Hoja de Ruta de Inversiones en Tecnología, las proyecciones serán de 436 millones de toneladas de CO2-e en 2030, lo que supone un 29 por ciento por debajo de los niveles de 2005, y con lo que superaría el objetivo del Acuerdo, apunta el informe de las proyecciones de este año publicado en el portal del Ministerio de Energía y Emisiones de Australia.

Estas proyecciones no incluyen los créditos de carbono por el cumplimiento de compromisos anteriores de reducción de emisiones que pretendía usar el gobierno de Australia, uno de los países más contaminantes ya sea «per cápita» o si se toman en cuenta sus exportaciones de combustibles fósiles.

«Tenemos un plan claro para cumplir y superar nuestro objetivo de 2030 y las proyecciones actualizadas reflejan la fuerte actuación de Australia», dijo en un comunicado Angus Taylor, ministro de Energía y Emisiones, cuyo gobierno ha sido criticado por no tener una política climática clara.

Los créditos o bonos de carbono son un mecanismo, creado dentro del Protocolo de Kioto, que pretendía incentivar a empresas y entidades gubernamentales a la hora de descontaminar el planeta pues, al adquirir estos bonos, reducen sus emisiones de carbono y promueven proyectos como la reforestación y la preservación de los bosques, entre otras medidas.

No obstante, sus críticos aseguran que no sirve para el cuidado del medio ambiente y fomenta la especulación ya que los créditos, cuya unidad equivale a una tonelada de dióxido de carbono que ha sido dejada de emitir a la atmósfera, pueden ser negociados en el mercado internacional.

Taylor destacó también la inversión de unos 3.953 millones de dólares (3.271 millones de euros) por parte del gobierno, que impulsa la exportación de combustibles fósiles como clave para su recuperación económica tras la pandemia, en la reducción de emisiones en el país, que incluye inversiones en tecnologías de bajas emisiones contaminantes.

El Programa de la ONU para el Medio Ambiente (PNUMA), con sede en Nairobi, indicó en su informe sobre la Brecha de Emisiones de 2020 que los países del G20 no están encaminados «colectivamente» a cumplir con sus objetivos.

También destacó que la Unión Europea y Reino Unido, así como Japón, China, Argentina, India, México, Rusia, Sudáfrica y Turquía, están encaminados en su cumplimiento, pero no así Australia, Brasil, Canadá, Corea del Sur y Estados Unidos, por lo que recomendó «mayores acciones».

El anuncio australiano se divulgó a dos días de una reunión virtual de líderes internacionales convocada por la ONU junto a Reino Unido en el quinto aniversario de la firma del Acuerdo de París sin que se haya hecho lo suficiente para que la temperatura del planeta no supere los 1,5 grados.

Fuente: La Vanguardia