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Australia aumenta sus objetivos de reducción de emisiones ante la ONU

Australia, el mayor exportador de carbón en el mundo, presentó este jueves ante la ONU unos objetivos para la reducción de las emisiones contaminantes del 43 por ciento para el año 2030 con respecto a los niveles de 2005, un objetivo más ambicioso que el 26-28 por ciento fijado por el anterior gobierno.

El compromiso australiano en el marco del Acuerdo de París también reafirma el objetivo de lograr las emisiones neutras para el 2050, de acuerdo al documento que firmado hoy en Camberra por el mandatario laborista, Anthony Albanese, quien juró al cargo el pasado 23 de mayo

La nueva meta supera al anterior compromiso fijado en 2015 por la coalición Liberal-Nacional, que el año pasado se comprometió, tras intensas presiones internacionales, a un objetivo de emisiones cero para el 2050.

«Durante años el gobierno australiano le ha dicho al mundo y a los australianos que era todo muy difícil. (…) El Gobierno de Albanese envía hoy un mensaje muy diferente», dijo a periodistas en Camberra el ministro de Cambio Climático del país, Chris Bowen.

Con el anuncio, los laboristas cumplen con una de sus promesas de campaña en las pasadas elecciones, en las que una de las principales demandas fue adoptar medidas más fuertes contra la emergencia climática y poner fin a los enfrentamientos políticos en torno a este asunto.

Acuerdo de varios sectores

El nuevo compromiso australiano cuenta con el respaldo de los representantes de varios sectores mineros e industriales tras casi una década de enfrentamientos entre los diversos sectores respecto a las medidas para mitigar el calentamiento global del planeta.

«Lo que ocurre con la acción climática es que se trata de una inversión de capital a corto plazo, pero luego se obtienen beneficios a largo plazo. Porque la energía más barata y limpia fluye hacia el futuro», recalcó Albanese.

Sin embargo, algunos expertos en clima consideran que el Gobierno australiano, que actualmente afronta una crisis energética en el país, debería adoptar medidas más drásticas para reducir las emisiones de efecto invernadero y lograr que el calentamiento global no supere los dos grados.

Australia impuso en la década pasada, bajo el gobierno laborista, un novedoso impuesto a las emisiones de CO2 de los mayores contaminadores, entre ellos las empresas mineras y energéticas, pero fue derogado por el gobierno del primer ministro, Tony Abbott, poco después de asumir el poder en 2014.

Fuente: EFE Verde