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Suiza rechaza la creación de un impuesto para luchar contra el cambio climático

Suiza tiene un medio ambiente privilegiado y su población ha demostrado un particular respeto por la naturaleza durante siglos. Ahora, no obstante, por votación popular, la ciudadanía suiza ha rechazado el proyecto de ley en defensa del clima que durante tres años había elaborada la Asamblea Federal (Parlamento).

La iniciativa impositiva sobre las emisiones de dióxido de carbono (CO2), una de las propuestas más destacadas en la acción en defensa del clima de las administraciones de Suiza, fue rechazada por el 51,6% de los votos contabilizados en la consulta popular multipropósito llevada a cabo el domingo.

La participación en esta consulta fue de cerca del 60% del censo electoral, una cifra notablemente superior a la de comicios similares anteriores, y según el portal en internet Swissinfo.ch los ciudadanos de «los cantones más rurales han sido los que inclinaron la balanza.

Los resultados se interpretan en parte como una victoria para la industria del petróleo, el sector de los transportes por carretera y, sobre todo, para el Partido Unión Democrática de Centro (UDC, derecha conservadora), el único grupo político que se opone totalmente al nuevo impuesto sobre el CO2.

Reducción de las emisiones

La legislación pretendía reducir a la mitad las emisiones de gases de efecto invernadero de Suiza para 2030 en comparación con las de 1990, de acuerdo con los compromisos adquiridos en el marco del Acuerdo Climático de París. Se basaba en gran medida en el principio de «quien contamina paga».

Aprobada inicialmente por el Parlamento en septiembre de 2020, la nueva ley contenía medidas relacionadas con los vehículos de carretera, el tráfico aéreo, las emisiones industriales y la renovación de edificios. En particular, preveía un impuesto de entre 30 y 120 francos sobre los billetes de avión para los vuelos con salida de Suiza, un aumento de 5 a 12 céntimos por litro del recargo que los importadores de combustible podían aplicar a la gasolina y el gasóleo, y un aumento del impuesto sobre el CO2 del gasóleo.

El partido derechista UDC ha aprovechado el temor ciudadano a nuevos impuestos para criticar la propuesta climática. El mensaje de que una aprobación en las urnas de esta ley hubiese significado el aumento de impuestos sobre el trasporte particular, la calefacción o las vacaciones habría sido la clave para conseguir la mayoría de los votos, indicó Mike Egger, diputado del partido UDC, según ha destacado Swissinfo.ch.

El rechazo por votación popular tiene otra explicación para algunos sectores defensores del clima. «La ley sobre el CO2 iba en la dirección equivocada: se dirigía a las personas y dejaba fuera a los grandes contaminadores», señaló a la agencia de noticias Keystone/ATS Franziska Meinherz, representante del comité por una ecología social.

Fuente: La Vanguardia