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Las aerolíneas arremeten contra los impuestos verdes: «No ayudan a reducir el C02»

El Ministerio de Hacienda ha avanzado su intención de establecer un nuevo impuesto especial sobre el transporte aéreo para luchar contra el CO2. Con esta medida, España se suma al grupo de países europeos liderados por Holanda, Francia, Bélgica o Alemania que han anunciado fuertes subidas fiscales para desincentivar el uso del avión y, por extensión, reducir las emisiones. La proliferación de este tipo de tasas unilaterales ha puesto en alerta a las grandes aerolíneas del Viejo Continente, que ven estas iniciativas un perjuicio para los pasajeros y no una vía para reducir el consumo de combustibles fósiles.

«He perdido la cuenta del número de impuestos que se han aprobado con la excusa de la sostenibilidad y no hay ninguno que esté sirviendo para descarbonizar la industria o para hacerla más eficiente. No tenemos miedo a los impuestos o las tasas, pagamos muchos, pero queremos que sirvan para descarbonizar el sector, no para que se vuele menos. No para que volar sea más caro», apuntó Johan Lundgren, consejero delegado de easyJet, durante la rueda de prensa organizada por Airlines For Europe (A4E) en Bruselas para exigir la implantación del Cielo Único Europeo y que terminó girando entorno a la proliferación del coronavirus y su impacto en el sector.

«Las tasas es el camino equivocado para avanzar. Es mejor invertir en nuevas tecnologías y el desarrollo de combustibles sostenibles. Las tasas no han hecho nada por los pasajeros europeos en los últimos 20 años», señaló por su parte Michael O’Leary, consejero delegado de Ryanair. «Hay mucho que hacer y las tasas no ayudan a reducir el CO2», apuntó el primer espada de Lufthansa, Carsten Spohr.

Así, los primeros espadas de las grandes aerolíneas europeas arremetieron contra los llamados impuestos verdes porque no se están destinando a ayudar a la industria a invertir en nuevas tecnologías, como el avión eléctrico, o a impulsar el desarrollo de combustibles sostenibles que permitan reducir hasta el un 85% las emisiones. «En 2019 IAG pagó 967 millones de euros en impuestos y ni un céntimo se destinó a reducir las emisiones de CO2. Hay que invertir en esos proyectos», aseguró en este sentido el todavía consejero delegado del holding aéreo.

Entre las alternativas que firmas como Lufthansa, Air France o IAG proponen para poner coto a las emisiones, el Cielo Único Europeo está el primero de lista justo con instauración de una verdadero mercado único en la aviación, que incluye acabar con las tasas unilaterales y repensar todo el sistema impositivo. «Tenemos un espacio aéreo muy fragmentado y muy ineficiente. Es el mismo sistema de control aéreo que hace 40 años y los aviones han mejorado mucho. Hemos invertido miles de millones en nuevas tecnologías y nos vemos forzados a volar por Europa como hace 40 años, cuando teníamos una tecnología muy rudimentaria. Necesitamos acción. Hay que hacer verdaderos progresos para implantar el espacio aéreo único europeo», reclamó Walsh.

Y es que, según los último cálculos del sector aéreo, volar en línea recta en Europa ayudaría a reducir un 10% las emisiones al año, lo que implican unos 25 millones de toneladas de CO2. A su vez, permitiría eliminar ineficiencias, retrasos, cancelaciones de vuelos y consumos innecesarios de combustible, lo que permitiría a las compañías disponer de más fondos para invertir alternativas y avanzar en la renovación de las flotas, que ya permiten conseguir ahorros de combustible del 25%.

Ahorrar 37.000 millones

En este punto, las grandes aerolíneas defienden que la plena implementación del mercado único europeo de la aviación permitirá ahorrar a la economía 37.000 millones de euros al año, casi la mitad (17.000 millones) sólo con la puesta en marcha del Cielo Único Europeo. El resto de los puntos que, según aseguran, lastran el sistema son los impuestos unilaterales, que «distorsionan el mercado interno de la UE creando desventajas», la «ineficaz regulación y aplicación» de las tasas aeroportuarias y los controles fronterizos. La eliminación de todos estos puntos generaría ahorros de unos 19.700 millones de euros.

La otra pata por la que apuestan las compañías socias de Airlines For Europe es la aprobación de una legislación para impulsar el desarrollo y consumo de combustibles sostenibles de aviación y la puesta en marcha de inversión e incentivos para tecnologías e innovaciones para la descarbonización.

«En 2050 tendremos disponibles nuevas tecnologías libres de emisiones de C02 para el sector de la aviación dentro de la UE. Hay que centrarse en la electrificación de los aviones. Hace dos años se decía que no era posible tener aviones eléctricos y ahora hay más de 200 proyectos en desarrollo. Esta tecnología está llamada a cambiar las condiciones de juego del sector y necesitamos que desde la UE se impulsen políticas que poyen su desarrollo. Cada vez pagamos más impuestos aunque nuestras emisiones caen y somos más eficientes. Necesitamos una nueva regulación para los impuestos que nos permita invertir en nuevas tecnologías», defendió el consejero delegado de easyJet.

Por su parte, Spohr, de Lufthansa, señaló a los combustible alternativos como la solución más a corto plazo. «Se debe apostar por el desarrollo de los combustibles sostenibles. Son una gran oportunidad para descarbonizar nuestro sector. Los Gobiernos deben apostar por políticas centradas en el desarrollo de biocombustibles. Son medidas reales que impactarán más en el medioambiente que las tasas a la aviación o el dinero de las aerolíneas», señaló el alto directivo.

Fuente: El Economista